jueves, septiembre 08, 2005

Obsesion, deseo y realidad (Final)

Día 59

Las relaciones humanas son complicadas, hay personas que tienen la idea de que las personas o te caen bien o te caen mal, pero hay personas que simplemente, no me caen, no es que me la quiera dar de interesante, pero es verdad, no son de mi simpatía pero tampoco me caen mal, las chiquillas no entienden, y todo por un compañero de trabajo que hay varias que simplemente no lo pasan, a mi me da lo mismo.

Además otra vez me enoje con Maira, mas bien me “sentí” , cada uno tiene su propia percepción de lo que es correcto a no, o como uno cree que deberían hacerse las cosas, pero no por eso debemos imponerlas a los demás, me carga cuando ella hace eso conmigo, la idea de la amistad es apoyar creo yo y si ves que tu amigo puede pasarlo mal, claro le dices pero no reprochar, ni condenar, si al final es su vida, sus decisiones, sus errores.

No quiero escribir las tonteras que me dijo, pero vuelta al asunto del Mauricio, que soy tonta , que me lo van a quitar , que voy a quedar sola, que hago las cosas mal, que debo arreglarme mas, mas decidida, etc., etc., etc., me dijo que si no me apuraba iba a ser la última de la oficina en acostarse con él, ¡La muy hocicona, mal hablada, bruta!, me da pena no tener su apoyo y por que no decirlo que hable así de él y trate de destruir mi sueño aunque sea lo único que tengo.

Día 61

Maldito Cuaderno!!!,. Cuándo mas lo necesito no lo llevo a la oficina, estoy atragantada , atorada, no sé como decirlo, quiero recordar cada detalle pero camino a la casa ya las cosas pequeñas se me van olvidando, ¡A la cresta todo lo que pensé y re pense anoche!, si lo hubiera sabido no me desvelo, o los nervios me habrían consumido igual, él, él, él me invitó a salir , sí, y fue tan casual que casi no me di cuenta que era una cita, así no mas, no recuerdo bien como comenzó la conversación, cuando él me preguntó si había salido al algún restaurante bueno últimamente, yo le dije que no y él comentó que le habían recomendado uno muy bueno que tenía ganas de conocer, podríamos ir este sábado – dijo- ¿o tienes algún panorama?, ninguno repliqué , entonces estamos listos ¿a que hora te paso a buscar?, a estas alturas aunque nadie me lo crea yo estaba de los mas tranquila y no había tomado ni pisca de asunto de lo que estaba pasando hasta que me volvió a preguntar ¿a qué hora te paso a buscar?, le dije no sé ocho, nueve, las nueve me parece perfecto dijo mi cita del sábado, y así fue.

Estoy feliz, pero también muy nerviosa el sábado quiero ir a la peluquería o algo pero no quiero que note demasiado interés, ¿o dará lo mismo?. Que buena onda me dijo la Maira, yo conozco un lugar donde te puedes arreglar un poquito ¡Un poquito! Exclamé, entera , entera me tengo que arreglar , si tuviera tiempo y plata me haría una cirugía completa, que tontera me vuelvo loca, voy a ocupar todo el día, que las uñas, que la crema, la depilación completa ( por si acaso), ¿que uñas? , ya no me quedan uñas me las he estado comiendo todo este rato mientras escribo, perfecto, todo va a ser perfecto, nunca había sufrido tanto para salir con un hombre , no sé por que antes lo encontraba más fácil.

Me mira se ríe, yo sonrío , que locura ¡puede que esto funcione!

Día 63

Es verdad que ha sido mucho sufrimiento , tanto tiempo de mirarnos, tratar de adivinar cosas que pudieron decirse en alguna oportunidad, hay que ser más práctico diría alguien, pero el ser humano, nosotros somos así y quien puede discutir que el regalo mas esperado es aquel más preciado y querido; a través de estos meses he descubierto que él es una persona normal como cualquier otro, pero que en su presencia me siento tranquila, segura, cómoda.

Esta noche fue mucho menos tensa de lo que esperaba, me puse un vestido estampado con una blusa para el frío, la comida estuvo exquisita, él como siempre muy atento, realmente no recuerdo todo lo que conversamos ya que realmente estaba preocupada de pasarlo bien y conocerlo, no sé como explicarlo, ninguno de los dos hizo algo así como una declaración de amor, pero me dijo que le agradaba conversar conmigo, que opinaba que yo era una mujer muy interesante y atractiva y otras que no logré retener de tanta emoción y yo por mi parte también le dije todas las buenas opiniones que tengo de él ( bueno casi todas), debo reconocer que traté de medir la mayoría de mis palabras en ese punto de la conversación; él dijo que me veía hermosa, ¿ De veras?- pregunté- y me reí como una tonta, él me miraba con detenimiento mi cara, buscaba mis ojos y yo trataba de no verlos para no delatar mis nervios, mi vergüenza de que notara mi visita a la peluquería; el camino al auto si bien no fue mas de cinco minutos fue la parte mas tierna de toda la noche, yo creo que los hombres están bien creídos que nosotras para salir no vamos demasiados abrigadas para vernos bonitas o para mostrar cuerpo, y no se dan cuenta que cada vez que salimos la noche está helada y nos tienen que abrigar con su chaqueta ( claro que si te toca alguien educado o no muy friolento, por que no falta el que por mas directas o indirectas que le des de que tienes frío no te pasa la chaqueta ni amarrado), pero el amoroso me ofreció la suya y abrió la puerta del auto, me sentí tan feliz. Mientras viajábamos las nervios me consumían, el estoma hecho un nudo , las piernas de lana y yo tratando de averiguar si todo era producto de la expectativa o del aperitivo; una vez en la puerta de mi casa por supuesto le devolví la chaqueta, me dio las gracias, y un beso... lindo, eso, no se que más decir en la mejilla , pero... tierno, suave, me miró, sonrió y con su mano puesta en mi cuello recorrió lentamente el contorno de mi cara hasta mi barbilla y se fue.

El calor de ese beso se esfuma lentamente como el recio de la mañana, pero aún así quiero que la noche sea mas larga que nunca, quiero soñar despierta por horas, quiero disfrutar mas que nunca mis noches de insomnio.

Día 65

Desde mi ventana puedo ver como las estrellas parecen brillar más fuerte que otros días, el viento corre dulce y tibio sobre mis hombros sin embargo me produce un leve estremecimiento, no puedo evitar ajustarme el chaleco, la verdad siento tanta calma que dudo en seguir escribiendo, pero me parece que tengo una deuda con estas páginas y con las noches que tantas veces me cobijó para escribir como lo estoy haciendo ahora.

Cómo registrar en papel palabras que no puedo siquiera construir en mi mente, lo mejor será seguir los minutos del día.

Llegar a la oficina me resultaba difícil , no podía imaginar que le diría después de nuestra “cita”, ( no es verdad, practiqué todo el fin de semana distintas frases), nos vimos cerca del medio día, me volvió a dar las gracias por el fin de semana y dijo si podíamos seguir “viéndonos ”, mi respuesta fue el silencio más largo que pueda recordar, hasta que atine a decir “por su puesto”.

La tarde transcurrió lenta hasta que la deslenguada de la Gaby me arrinconó para preguntarme como había estado mi salida con el Mauri, le dije que no pensaba contarle nada e insistió, ¡no! Repetí, y ella siguió- ¿te gusta?, ¿qué pasó?- nada , repetí. Este interrogatorio no sería nada relevante si Mauricio no lo hubiera escuchado, cosa que yo solo me enteré horas mas tarde, si horas mas tarde cuando él toco el timbre de mi casa; cuando lo vi no podía creerlo, ¿puedo pasar?– me dijo - claro contesté, antes de que llegáramos al living el me tomó por la cintura y me dijo, vengo para que nos sigamos viendo, y sonrió, me miró directamente a los ojos y me besó con una intensidad deliciosa y estremecedora, como nunca sentí que el mundo se movía bajo mis pies, perdí la real conciencia del tiempo, yo titubeando sin saber que decir y él me dijo ¿Quieres estar conmigo?, que más le pude haber dicho, si.

Después conversamos del asunto de la Gabyen la oficina y un poco más sinceramente de nuestros sentimientos, la noche ya iba cayendo y nos pusimos más románticos, nuevamente comencé a disfrutar de sus besos, sentir sus manos acariciar mi pelo, mi cuello , mi espalda, ya no lo estaba soñando, ya no era mi imaginación, podía tocarlo, olerlo, disfrutarlo. Ya no tenía ningún poder de resistencia, ya no solo sentía que los latidos de mi corazón ocupaban toda la sala si no que había otro sonido fuerte y profundo, el de su propio corazón y el calor entre ambos no podía ser más evidente y sin temor de parecer desesperada lo guié a un lugar más cómodo; perdido cada uno en la mirada del otro, lo acerqué a mi tomándolo de su corbata, la que quité lo más rápido posible; mientras él besaba mi cuello mis manos no perdían tiempo tratando de desabrochar cuanto botón encontraban en su camino, pronto su camisa y mi blusa cayeron al suelo y sus manos me recibieron mientras mi cuerpo caía lentamente hacia atrás y su boca conocía cada centímetro de mis hombros, mis pechos y mi vientre... pude dedicarme a recorrer con todo mi cuerpo, con todos mis sentidos, su pecho, su espalda , sus caderas; mientras él estaba en mí, la tensión creció desde mi pecho hasta mi vientre, mis piernas, experimentando movimientos que no era capaz de controlar, él me sostenía con ternura y con fuerza a la vez sin permitir que algo se interpusiera entre nosotros ; ninguna de las veces que desee que esto sucediera pueden superar lo que aún siento en mi piel, el cambio de ese calor excesivo al temblor de sentir la piel desnuda y tomar conciencia de cómo cada uno de los vellos de tu cuerpo reaccionan ante sus caricias y el roce del cuerpo deseado, la noche seguía protegiendo este desenfreno y la satisfacción de esta sed que me quemaba la garganta y de a poco me estaba consumiendo el alma, y así como la llama del fuego más arrebatador con el tiempo va calmando su ímpetu, mi cuerpo, mi corazón, fueron encontrando lo que desearon por tanto tiempo.

Y en este preciso minuto puedo verlo conmigo, en mi cama, mientras en mi balcón la noche va acariciando a la mañana, con la promesa de un nuevo día, y yo ni siquiera me pregunto que será mañana, solo sé que hoy después de mucho tiempo puedo volver a dormir en calma.

FIN